lunes, 21 de diciembre de 2009

Seas quien seas


Aun te recuerdo con la misma ilusion con la que te recorde aquel dia despues de hablar horas y horas contigo. Aun no consigo entender como pudiste engañarme de esa manera. Marcos, Oscar, Mari o Carlos, poco importa... aun me dueles en el alma. Contigo aprendi a sentirme segura de mi misma, me quitaste muchos complejos, hiciste que me desprendiera un poquito de mi verguenza, me alejaste de malos recuerdos que solo hacian mas honda mi herida.

Me ilusionaste, me hiciste promesas que nunca cumpliste, me pusiste el caramelo en los labios para despues, en un instante, quitarmelo sin compasion. Te llore dias, semanas... e incluso meses, y aunque se que nunca mas volvere a saber de ti, seas quien seas, aun ocupas un rinconcito en mi corazon.

Yo no te quiero ahi, aprendi a odiarte aunque aun piense en ti, aprendi a repetirme una y otra vez que no, que tu no eras bueno para mi y que aunque contigo he compartido muchos de los mejores momentos de mi vida, se que al final acabaria sufriendo como he sufrido, o incluso mas. No consigo echarte de ese rinconcito. No se que mas hacer para que desaparezcas de mi vida por completo, para no sentir mas dolor cada vez que pienso en ti.

Pensaba que tu eras diferente a los demas. Que por fin habia encontrado a alguien especial. Eras tan perfecto.. te admiraba por como eras, por ser tu. Pero no, no eras tu. Eras una mentira, una mentira sacada de un cuento de hadas, un cuento que resulto ser una historia de brujas, ogros y engaños.

Suele decirse que han de recordarse solo los buenos momentos, pero mis buenos momentos contigo se envenenaron con todo el daño que me hiciste y que aun sufro por no saber odiarte aun mas. Dime tu como olvidarte, dime como puedo hacer para que me despierte una mañana y que fuese como si nunca te hubiera conocido,

Marcos, Oscar, Mari o carlos, seas quien seas... Gracias. Gracias por hacer que no confie en nadie mas, ni siquiera en mi misma. Gracias por todo el daño que aun conservo.

miércoles, 8 de julio de 2009

Vicio


Mi razón desea alejarte de mí, aunque el corazón diga lo contrario, porque aún ardo en desesperanzas, aún dueles por dentro y mis luces rojas ya encendidas anuncian un grave peligro… El de ahogarme totalmente en tu abismo, en tu sed de amor y pasión.

Me he fumado cada noche, trozos de tu piel que se han desprendido de la mía, de tus cabellos en los míos, de tus besos en mis besos, de tus miradas en mis pupilas.

Me he descubierto de tu aroma, de tu voz calando mi garganta en súplica, de tus labios rodeando mi vientre, de lágrimas humedeciendo mis ganas, me llenaste de tu ausencia y manos vacías, me debes besos y caricias, que solo podrías pagar, surcando nuestros cuerpos con mi recuerdo en tu memoria.

Te he fumado casi todo, te he convertido en miles de trocitos que intento envolver en papel olvido, aunque no quiera, así debe ser, no hay nada que perdonar, lo hecho, hecho esta, lo lastimado, asesinado, maldecido, despreciado, insultado… Todo lo esta, no se puede vivir recordando tanto daño, es mejor disolverlo en tu piel áspera de sentimientos y guardar los ecos de un amor perdido.

Me he quedado con una gota de tu cariño simulado, aparente y pacientemente entregado, la he guardado en mi ojo izquierdo, que es el más ciego, en mi ojo derecho conservo lo tanto de cariño que nos hemos dado y lo poco de paciencia que nos hemos brindado.

Cada día, te he aspirado y expulsado de mi boca convertida en ese humo que ya no saboreas… El de mis labios; temo acabarte, ya me queda muy poco para continuar con el vicio y empezar otro... Creo que es lo mejor.

Quizás, hoy te termine, sino mañana o pasado, así como mis ganas de arder mi piel por ti...debemos besos y caricias por no decir: te necesito... Te quiero.

Y este vicio de ti… Fumando te espero.

miércoles, 1 de abril de 2009

jueves, 26 de marzo de 2009

Ya Llegó La Primavera


Tú querías que yo te dijera el secreto de la primavera. Y yo soy para el secreto lo mismo que es el abeto. Árbol cuyos mil deditos señalan mil caminitos. Nunca te diré, amor mío, por qué corre lento el río. Pero pondré en mi voz estancada el cielo ceniza de tu mirada. ¡Dame vueltas, morenita! Ten cuidado con mis hojitas. Dame más vueltas alrededor, jugando a la noria del amor. ¡Ay! No puedo decirte, aunque quisiera, el secreto de la primavera.



Poema Idilio de Federico García Lorca




miércoles, 18 de marzo de 2009


Cómo no pensar en ti, si eres toda ilusión en mi alma.
Cómo no pensar en ti, si con tu ternura haces vibrar mi corazón.
Cómo no pensar en ti, si tus ojos son la luz que hacen ver a los míos.
Cómo no pensar en ti, si tu inteligencia y sencillez hacen valorarte como a nadie.
Cómo no pensar en ti, si eres el impulso que necesita mi vida.
Cómo no pensar en ti, si tu cuerpo da calor al mío cuando me abrazas.
Cómo no pensar en ti, si tus besos me transportan a un paraíso donde sólo existimos tú y yo.
Cómo no pensar en ti, si tus manos me enloquecen cuando recorren mi cuerpo.
Cómo no pensar en ti, si cuando nos entregamos al amor nos fundimos en un solo ser.
Cómo no pensar en ti, si te amo con todas las fuerzas que hay en mí.
Cómo no pensar en ti...
Si con sólo pensar en ti... suspiro.
Con sólo imaginarte... tiemblo.
Y con sólo saber que existes... vivo.

domingo, 15 de marzo de 2009


Quizás mis labios no poseen el valor de expresarte cuánto significas para mi, y oculto mis pensamientos en excusas sin sentido que sólo me causan confusión, cuando mi mirada expresa mas de lo que siento e intenta delatar los sentimientos que aún no logro decir, ya que el aire parece estar ausente y las palabras han desaparecido de mi mente en medio de la calma que se produce al estar junto a ti. Puede que seas un fruto prohibido y mis caricias no lleguen a conocer el aroma de tu piel, porque siempre estuviste distante y nunca escuchaste la voz de mi corazón, pero a pesar de las limitaciones que me alejan de ti no puedo negarte que siento alegría de saber que existes y sólo quiero tener motivos para extrañarte...

jueves, 12 de febrero de 2009

No te dejes engañar por mí


" No te dejes engañar por mí.

No permitas que te engañen mis apariencias.
Porque no son más que una máscara,
quizá mil máscaras que temo quitarme,
aunque ninguna me representa.
Doy la impresión de estar seguro,
de que todo va viento en popa,
tanto dentro como fuera,
de que soy la confianza personificada,
de que la calma es mi segunda naturaleza,
de que controlo la situación
y de que NO TENGO NECESIDAD DE NADIE.
Pero no me creas, te lo ruego.
Externamente puedo parecer tranquilo,
pero lo que ves es una máscara.
Por debajo, escondido, está mi verdadero yo
sumido en la confusión, el miedo y la soledad.
Pero lo escondo.
No quiero que nadie lo sepa.
Me aterra pensar que pueda saberse.
Por eso tengo constantemente necesidad
de crear una máscara que me oculte,
una imagen pretenciosa que me proteja
de la miradas sagaces.
Pero esas miradas son precisamente mi salvación,
y lo sé perfectamente,
con tal de que vayan acompañadas
de la aceptación y del amor.
Entonces, esas miradas, se convierten
en el instrumento que puede liberarme de mi mismo,
de los mecanismos de defensa
y las barreras que he levantado entorno a mí,
en el instrumento que puede mostrarme aquello
de lo que no consigo convencerme:
que realmente tengo un valor.
Pero esto no te lo digo,
no tengo coraje:
Me da miedo que tu mirada no venga acompañada
de la aceptación y del amor.
Quizá temo lo que puedas pensar,
que puedas cambiar de opinión sobre mí,
que te burles de mí
y que tu sonrisa me fulmine.
En el fondo, lo que temo es No valer nada,
y que tú te des cuenta y me rechaces.
Por eso sigo con mi juego
de pretensiones desesperadas,
con una apariencia externa de seguridad
y con un niño tembloroso por dentro.
Despliego mi desfile de máscaras
y dejo que mi vida se convierta en una ficción.
Te cuento todo lo que no importa nada,
y nada de lo que de verdad importa,
de lo que me consume por dentro.
Por eso, cuando reconozcas esta rutina,
no te dejes engañar por mis palabras:
escucha bien lo que No te digo,
lo que querría decir, lo que necesito decir,
pero no consigo decir.
No me agrada esconderme, te lo aseguro,
me encantaría ser espontáneo, sincero y genuino,
pero tendrás que ayudarme.
Por favor, tiéndeme tu mano,
aún cuando parezca que eso es lo último que deseo.
Tú puedes sacar a la luz mi vitalidad,
cada vez que te muestras amable, atento y diligente,
cada vez que tratas de comprenderme,
cada vez que me aceptas tal y a pesar de lo que soy.
Porque me quieres,
mi corazón palpita y renace.
Quiero que sepas lo importante que eres para mí
y el poder que tienes, si quieres,
de sacar a la luz la persona que yo soy.
Escúchame, te lo ruego.
Tú puedes derribar las barreras
tras las que me refugio,
tú puedes arrancar mi máscara,
tú puedes liberarme de mi prisión solitaria.
¡ No me ignores ¡ ¡ No pases de largo, por favor ¡
Ten paciencia conmigo.
A veces parece que, cuanto más te acercas,
tanto más me rebelo contra tu presencia.
Es irracional, pero es así:
combato aquello de lo que tengo necesidad.
¡ Así somos los humanos muchas veces ¡
Pero el amor, el amor de Dios que habita en ti,
es más fuerte que toda resistencia,
y ahí reside mi esperanza,
mi verdadera esperanza.
Ayúdame a derribar las barreras
con tus manos firmes,
pero a la vez delicadas,
pues dentro de mi habita un niño
y un niño es siempre muy frágil.
¿Te preguntas quién soy?
Soy alguien a quien conoces muy bien.
Soy cada persona con quien te encuentras.
Soy... Tú mismo ".




Estas líneas me las dedico a mi misma, porque de alguna manera yo también me oculto tras una máscara.