miércoles, 8 de julio de 2009

Vicio


Mi razón desea alejarte de mí, aunque el corazón diga lo contrario, porque aún ardo en desesperanzas, aún dueles por dentro y mis luces rojas ya encendidas anuncian un grave peligro… El de ahogarme totalmente en tu abismo, en tu sed de amor y pasión.

Me he fumado cada noche, trozos de tu piel que se han desprendido de la mía, de tus cabellos en los míos, de tus besos en mis besos, de tus miradas en mis pupilas.

Me he descubierto de tu aroma, de tu voz calando mi garganta en súplica, de tus labios rodeando mi vientre, de lágrimas humedeciendo mis ganas, me llenaste de tu ausencia y manos vacías, me debes besos y caricias, que solo podrías pagar, surcando nuestros cuerpos con mi recuerdo en tu memoria.

Te he fumado casi todo, te he convertido en miles de trocitos que intento envolver en papel olvido, aunque no quiera, así debe ser, no hay nada que perdonar, lo hecho, hecho esta, lo lastimado, asesinado, maldecido, despreciado, insultado… Todo lo esta, no se puede vivir recordando tanto daño, es mejor disolverlo en tu piel áspera de sentimientos y guardar los ecos de un amor perdido.

Me he quedado con una gota de tu cariño simulado, aparente y pacientemente entregado, la he guardado en mi ojo izquierdo, que es el más ciego, en mi ojo derecho conservo lo tanto de cariño que nos hemos dado y lo poco de paciencia que nos hemos brindado.

Cada día, te he aspirado y expulsado de mi boca convertida en ese humo que ya no saboreas… El de mis labios; temo acabarte, ya me queda muy poco para continuar con el vicio y empezar otro... Creo que es lo mejor.

Quizás, hoy te termine, sino mañana o pasado, así como mis ganas de arder mi piel por ti...debemos besos y caricias por no decir: te necesito... Te quiero.

Y este vicio de ti… Fumando te espero.